Le damos la bienvenida a Cologne

Esta longevidad inusitada le ha otorgado un patrimonio histórico casi de cuento de hadas, un legado asombroso simbolizado por la catedral de Colonia, la mayor y más alta de Alemania y la más popular del mundo. Esta obra de arte medieval, que adopta el estilo gótico y lo lleva a extremos desproporcionados y cautivadores, es un edificio de gran simbolismo para la ciudad y una parada cultural obligatoria en cualquier recorrido de Colonia. Aunque es paseando cuando descubrirá el alma de esta ciudad alemana, particularmente en las coloridas calles del barrio belga rebosante de tiendas y cafeterías de moda. Una visita a este distrito, con un aire similar a Marais en París y sus edificios de principios del siglo XX, es clave para disfrutar de toda la elegancia y sofisticación de la ciudad. Desde el Museo de Arte de Kolumba, cuyo edificio es en sí mismo una pieza de arte, hasta el Museo Ludwig, con algunas de las exhibiciones más importantes, Colonia es sobre todo y ante todo una ciudad de cultura. Dicha cultura se integra en su art de vivre particular, con las tradicionales eaux de Cologne que percibirá al cruzar la puerta de la histórica Casa Farina, que alberga el Museo del Perfume. A este elegante y sutil art de vivre le acompaña la gastronomía, comenzando por las brasseries. Una singular calidez emana de estos vibrantes lugares donde se sirve lo mejor de la cocina local. Lo difícil será no dejarse llevar por los excesos, ya que deseará probar todas las especialidades locales, como las wursts y el streusel, ambos sumamente deliciosos.